Eran las 23:50 de la noche cuando un estudiante decidió que era una buena idea escalar y encaramarse a la hornacina que contiene la estatua del Rey Dom Sebastiao de Portugal. Sin embargo, la aventura fotográfica de este estudiante de 24 años no concluyó como a él le gustaría ya que la estatua acabó derribada y hecha añicos en el suelo.
De acuerdo con los medios portugueses, una pareja de la Policía de Lisboa que se encontraba en las inmediaciones presenció el suceso y procedió a identificar al joven vándalo, que no ha resultado herido en el siniestro.
La estatua, con 125 años de antigüedad, se encuentra en la estación Do Rossio y estaba en perfecto estado de conservación, según declaraciones de un portavoz de Infraestructuras de Portugal a los medios del país.
El coste de la reparación de esta estatua, que ha quedado hecha añicos, presumiblemente correrá a cargo del joven que la ha destruido, según afirman desde Infraestructuras de Portugal. Además, el osado fotógrafotambién se enfrenta a un proceso penal ya que pesa sobre él una acusación por la destrucción de la estatua que podría saldarse con una pena de hasta cinco años de prisión.
Este incidente no es la primera ocasión en la que una obra de arte se destruye por culpa de un selfie. El pasado junio en Milán un joven de 19 años destruyó una estatua del siglo XIX cuando intentaba tomarse una autofoto en la Academia de Bellas Artes de Brera.
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